martes, 12 de agosto de 2008

Bukowsky y los derechos de autor

No soy un experto en historia del derecho, pero me imagino que las leyes acerca de los derechos de autor surgieron por un par de necesidades, reconocer a los creadores su obra y proporcionarles una forma de sustento. Años después los derechos de autor se han convertido en una fuente de ingresos indecente, no tanto para los autores como para los que los gestionan, así como en un freno a la distribución cultural.

No voy a escribir más acerca de esto. Internet está lleno de artículos tanto a favor del copyight como del copyleft y derivados, la mayoría bastante estúpidos y prescindibles. En una sociedad capitalista, donde todo y todos somos mercancía, la cultura también lo es, y es absurdo confundir deseos con realidades.

La cuestión es que hace unos meses escribí un post sobre Bukowski, donde utilizaba una foto para ilustrarlo donde se veía al escritor acompañado de una mujer. En la página de donde tomé la foto (la cual soy incapaz de encontrar ahora) atribuían la imagen a un tal Ulvis Alberts, y la titulaban: "Bukowsky and transvestite". El caso es que la foto me sirvió para escribir unas líneas acerca de una imagen verdadera, cruda, marginal, potente, desasosegante y a la vez conmovedora, en contraste con el brillo bovino que encontramos hoy por todas partes. En principio fin de la historia.

Hasta hoy, donde recibo varios correos, en graduación de la advertencia semisimpática a la amenaza legal, donde tanto la autora de la foto como una señora que pasaba por allí, me exigen la retirada inmediata de la imagen, además de reclamarme una cantidad de 3000 euros y poco más que llevarme al TPI junto a Karadzic.

Hubiera comprendido un correo donde se me advirtiera de que la foto que utilizaba tenía una autoría compartida, y que se me explicara que el presunto travesti era una mujer (este punto de la narración es chungo, lo sé), lo que no entiendo es la exagerada necesidad de andar pidiendo dinero, amenazando con abogados y asociaciones de fotoperiodistas.

Esto es un blog, más concretamente un puto blog de tres al cuarto con una audiencia limitadísima. Y lo más importante, lo escribo por que me da la gana, ni me pagan por ello ni obtengo ningún ingreso por su publicación. Lo .cual no quita para que suela contrastar la información cuando la uso, citar las fuentes y a menudo los autores de las fotos, no tanto por que lo diga una ley sino por educación y reconocimiento. La única misión de los derechos de autor frente a un blog sin ánimo de lucro y donde se cita a los autores es la recaudación pura y dura. Cosa por otra parte poco inteligente, ya que juzgar por los resultados que arrojaba google, este blog si había contribuido a la difusión de la imágen y del autor (en este caso sólo la mitad del autor).

He retirado la imagen y el post, porque aunque probablemente las amenazas fueran bravuconadas legales, cuanto más lejos se esté de tipos con toga y puñetas mejor.

Historias kafkianas para canículas nocturnas.

1 comentario:

Ángel Gasóleo dijo...

Hey, una alegría tu vuelta. No puedo creer esa historia de los derechos de autor, con la de delitos de verdad que se cometen por ahí... empezando por la SGAE. Ni puto caso y a seguir entreteniendo con sus posts a oficinistas aburridos... Un saludo