martes, 2 de septiembre de 2008

Janette Beckman: Made in UK

La fotografía sobre música popular es uno de los campos que, desde su nacimiento hace cuarenta años, ha dado mayores sorpresas al mundo del obturador. Posiblemente no tenga la trascendencia de la instantánea histórica, o el encanto de las imágenes sobre el cine y sus aledaños, pero gana a cualquier género por pose, verosimilitud y energía. Unida por naturaleza indisoluble a su realidad ha ido evolucionando según los acordes han ido cambiando con los años. Hoy traemos a La Aurora Moderna a Janette Beckam, fotógrafa inglesa que tuvo la suerte de poder mirar a través de su objetivo uno de los periodos más apasionantes de la reciente historia de la música en las Islas Británicas, el lapso 1977-1982.

Janette Beckman poseé una colección envidiable de grupos fotografiados: The Clash, The Jam, The Sex Pistols, The Specials, Undertones..., a los que podía acceder por su trabajo en las revistas The Face y Melody Maker. Todos estos músicos carecían, afortunadamente, del halo de endiosamiento y actitud circense que había caracterizado el periodo anterior, con sus sinfonías, intelectualidades exageradas o botas multicolores de tacón de aguja. Estos eran los sonidos de la calle, la banda sonora del Londres jodido por la crisis, no sólo económica, que golpeaba a todo el Reino Unido. Y tenía su reflejo en los chicos y chicas de la época, que pasaron de ser meros espectadores pasivos, para trasladar a su vida cotidiana sus pasiones, y reflejarlo en su estética y actitudes.

Esta fotógrafa supo ver que los grupos de música no eran más que la parte visible de las contraculturas que poseían a la juventud británica menos square. Asombra, casi treinta años después de todo aquello, la sinceridad de la pose, la arrogancia del estilo, la sonora bofetada a las convenciones. No se ve atisbo de prefabricación o marketing, y eso se agradece.

A mitad de los ochenta, Beckman abandono la Inglaterra de la Thatcher y se fue en busca de una nueva revolución, esta al otro lado del atlántico, la del Hip-Hop en Nueva York, pero eso es otra historia...

Las imágenes que acompañan a este post han sido obtenidas de la imprescindible página, Morrison Hotel, y las podéis ver aquí.

Powerhouse Books editó en el 2005 el libro "Made in UK. The music of attitude", que auna el trabajo de Beckman en el periodo comentado.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Philip Townsend - Fotógrafo del Swinging London

Mods en Portobello

Philip Townsend fue una de esas personas que estuvo en el lugar adecuado en el momento preciso, y además lo supo aprovechar. Como fotógrafo no destaca especialmente en ningún aspecto, variando su estilo poco a lo largo de la década de los sesenta, buenas composiciones y sentido de la oportunidad y el momento (Siendo reduccionistas la fotografía no es mucho más que eso).

Empezo trabajando en la costa azul retratando a la beutiful people, pero lo que le dio fama fue su relación con los Beatles y los Stones, sobre todo con estos últimos, a los que siguió permanentemente durante un tiempo.

Sheila Mumby, arrebatadora

Hace un par de años tuvo lugar una exposición llamada "Sorry you missed the sixties" donde se recogían una selección de imágenes tomadas en el Londres de mediados de los sesenta, donde se alternaban personajes célebres de la época con imágenes de gente anónima relacionada con el mundo de la música o la moda.

En esta página parecen recogerse las exposiciones de Mr. Townsend, y en su web se encuentra una amplia selección de su trabajo.

martes, 26 de agosto de 2008

La música en la posmodernidad


Dándome una vuelta por los fotologs de amiguetes y conocidos veo que uno de ellos se queja de lo insoportable que resulta oir, y digo bien, el tema Merci a todas horas y por todas partes. Surgían detractores del mismo en los comentarios por considerarlo un simple pastiche, que lo es y en mi opinión bastante bueno. También surgían defensores alegando que no todo lo popular tiene que ser por definición malo. Pero esta no es la cuestión.

La música es una creación cultural humana, sometida en estos tiempos, no siempre ha sido así, al mercantilismo en la mayoría de sus manifestaciones. Por tanto podríamos encontrarnos en un primer nivel con que la música se hace por negocio, como una forma de ganar dinero. Sin embargo, desde el surgimiento de la música popular a mediados de los cincuenta el mercantilismo ha estado indisolublemente unido a ella, por lo que no nos serviría como criterio discriminador. Sí nos podría valer el hecho de que aunque siempre se ha hecho música popular para ganar dinero, hubo un periodo en que el negocio surgía en base a factores artísticos. Quiero decir que no es casual que antes de que la industria musical se convirtiera en un monstruo gigantesco, la mayoría de grupos conocidos y rentables, fueran además artísticamente excepcionales.

Sin embargo esto cambia en un momento determinado. El cuando me resulta críptico, ¿principios de los ochenta quizá? ¿depende de la zona?¿Ocurre por igual en todas las corrientes musicales?. Esas preguntas os las dejo a vosotros, y me permito dar un salto al momento actual, que esto es un post no un ensayo de mil páginas.

La música popular actual es posmoderna casi en su totalidad. Posmoderna en el sentido filosófico del termino. Es una música cuya efectividad no se basa en su calidad, que puede tenerla en algunos casos, no es esa la discusión, sino en la repetición a través de los medios. Antes se hacía publicidad de la música, ahora la propia música se ha convertido en publicidad en si misma. Su cometido es repetirse hasta alcanzar el status de mantra, para así pasar a formar parte del imaginario colectivo. La repetición no es sólo de un tema en concreto, se radía la misma canción con distintas formas, sin que nadie parezca importarle.

Los productos musicales actuales, que son eso, tanto como las hamburguesas, no pretenden desarrollarse en el tiempo. ¿Cuantos grupos, solistas de éxito sacan un tercer trabajo?. Su función es obtener el máximo beneficio en el menor espacio de tiempo con los menores costes posibles. Puro neoliberalismo musical. La música es una exageración constante, se encumbra a productos hasta el exceso y se les relega al olvido aún más rápido. El resultado es un devenir constante de pseudoestilos, e tendencias efímeras que ocupan el tiempo del público antes de que a este le de tiempo a reaccionar.

El producto musical carece de referentes, de fondo, de sustancia. No me refiero a que por obligación la música tenga que tener algún tipo de mensaje explicito, no es eso, si no más bien a que la música signifique algo por si misma, sea este significado profundo o intrascendente. Esta idea admito que es difícil de desarrollar, por eso me valdré del ejemplo arrollador: No es lo mismo Bobby Womack que esta rubita de la que hablabamos antes. Esto es, la música surgía de un contexto, de un momento determinado, significaba algo en referencia a la realidad, estaba en consonancia de una u otra forma con una tradición artística que le precedía y daría a su vez una nueva evolución. El producto espectáculo de ahora surge de forma artificial, y adquiere elementos de otras corrientes creando un sincretismo repugnante e incoherente.

No estoy haciendo con esto una reivindicación acrítica del pasado. No se trata de que cualquier tiempo pasado sea mejor, idea triste como poco. Simplemente existe una evolución cronológica negativa. Los grupos musicales de interés siguen surgiendo, la diferencia es que ahora son o bien completamente ignorados o absorbidos y desnaturalizados.

Pero ¿y el público?. En consonancia con las circunstancias. Poneos en la situación de conocer a alguien, por ejemplo en un trabajo, y que a la pregunta de ¿Qué música te gusta?, responde: A mi toda. Toda, exactamente, ninguna. Yo pensé que mentían, y que ocultaban su falta de conocimiento en este ámbito con una exageración. Pero no, realmente les da igual más allá de unas ligeras caracterizaciones, que coinciden con los estantes de los centros comerciales, en el que el "pop-rock" es el máximo exponente de la nada y el todo. No existe evolución ni aprendizaje, no se empieza por algo y se bucea cada vez más profundo, ya que no existen los referentes ni los significados, más allá de imitaciones de segunda o tópicos superficiales. Este verano hemos asistido a la culminación del despropósito musical en un festival como el Rock in Rio, en el que los asistantes celebraban tanto su masividad como la imposible mezcla de estilos en su cartel.

Contrariamente a el cinismo general creo que no está todo perdido, siempre crece algo en las grietas de las rocas. ¿Cómo es posible que pese a la masividad, insistencia, repetición del aparato de sonido unitario aun quede gente que sea inmune a este virus? No lo sé, pero conozco infinidad de personas, inscritas en diversas escenas y contraculturas al margen de la corriente mayoritaria, que siguen disfrutando de la música viva y real. Gente que va a conciertos en bares pequeños a ver a grupos desconocidos, que bailan discos antiguos no como un acto nostálgico, si no como una celebración presente de la vigencia de esos sonidos, que escuchan la vanguardia, lo más nuevo, buscando sensaciones diferentes a las habituales, o simplemente que cometen el estupendo crimen de gastarse medio sueldo en un vinilo. No pongo ejemplos, cada uno tendremos los nuestros, tan diferentes y la vez tan parecidos.

martes, 19 de agosto de 2008

La Soledad del corredor de fondo

La Soledad del corredor de fondo, The loneliness of the long distance runner, es un excelente título que da nombre a una película de Tony Richardson rodada en 1962. La película no desmerece al título.

Hubo un tiempo en que unos jóvenes ingleses, hartos de la espesa capa de polvo en la que estaba sumida la Gran Bretaña de posguerra, decidieron que era hora de dar una palmada sobre la mesa, y sobresaltar con ella a los mortecinos señores que dormitaban en apolillados sillones victorianos. Los Angry Young Men, así los denominaron, muy escueta y acertadamente, retrataron con sus novelas y dramas el país que, aun ganando la Segunda Guerra Mundial, era el cadáver de un imperio en progresiva decadencia. Allan Sillitoe fue uno de estos tipos hartos de un orden tan centenario como injusto, y escribió este relato (1958) que unos años después transformaría en guión cinematográfico.

La Soledad del corredor de fondo trata sobre un chaval de clase obrera que vive en el Nottingham de principios de los sesenta (se puede no ser working class en Nottingham?) y que acaba en un reformatorio por haber robado unas cuantas libras en una panadería. La película no es un drama lacrimógeno ni moralista, pero tampoco un simple retrato naturalista, toma partido, y se pone del lado de los que no nacieron con una cuchara de plata en su boca.

Tom Courtenay (Billy Liar, A Dandy in Aspic), el actor que interpreta a Colin, el antiheroe de la cinta, crea un personaje de verdad, esto es, con todos los matices y caras que tienen las personas interesantes y vivas (hay personas con las que nos cruzamos a diario que están muertas y ni lo saben).

Esta película tiene decenas de momentos, de escenas, que parecen grabados desde detrás de una puerta, captura a gente a la que conocemos y nos muestra las ambivalencias de las que todos somos partícipes. Colin, desde la institución que pretende adaptarle a la vía de único sentido, va recordando una linealidad de situaciones, desde una escapada a la playa a el día en que murió su padre. Los detalles, esos pequeños gestos de la historia que dicen mucho más que un tratado o un panfleto. El ansia del director de la cárcel por ganar la carrera contra el colegio privado, las damas de alta sociedad que visitan la institución a la que amablemente donan sus migajas, mientras que contemplan a los chicos trabajar en el taller, como nosotros miramos a los monos en el zoo.

Es curioso pero no se me ocurren ejemplos de este free cinema en España (si se os ocurren no dudéis en decirlo). Lo que quiero decir es que si esta película la hubiéramos rodado aquí nos hubiera salido una canción de Reincidentes, y no, por ejemplo, Dead End Street, de los Kinks.

Por últimos, esta película sirve para hacer un experimento social. Si cuando la veáis vuestros acompañantes reaccionan decepcionados o confusos ante el final, es hora de que os busquéis otra compañía.

martes, 12 de agosto de 2008

Bukowsky y los derechos de autor

No soy un experto en historia del derecho, pero me imagino que las leyes acerca de los derechos de autor surgieron por un par de necesidades, reconocer a los creadores su obra y proporcionarles una forma de sustento. Años después los derechos de autor se han convertido en una fuente de ingresos indecente, no tanto para los autores como para los que los gestionan, así como en un freno a la distribución cultural.

No voy a escribir más acerca de esto. Internet está lleno de artículos tanto a favor del copyight como del copyleft y derivados, la mayoría bastante estúpidos y prescindibles. En una sociedad capitalista, donde todo y todos somos mercancía, la cultura también lo es, y es absurdo confundir deseos con realidades.

La cuestión es que hace unos meses escribí un post sobre Bukowski, donde utilizaba una foto para ilustrarlo donde se veía al escritor acompañado de una mujer. En la página de donde tomé la foto (la cual soy incapaz de encontrar ahora) atribuían la imagen a un tal Ulvis Alberts, y la titulaban: "Bukowsky and transvestite". El caso es que la foto me sirvió para escribir unas líneas acerca de una imagen verdadera, cruda, marginal, potente, desasosegante y a la vez conmovedora, en contraste con el brillo bovino que encontramos hoy por todas partes. En principio fin de la historia.

Hasta hoy, donde recibo varios correos, en graduación de la advertencia semisimpática a la amenaza legal, donde tanto la autora de la foto como una señora que pasaba por allí, me exigen la retirada inmediata de la imagen, además de reclamarme una cantidad de 3000 euros y poco más que llevarme al TPI junto a Karadzic.

Hubiera comprendido un correo donde se me advirtiera de que la foto que utilizaba tenía una autoría compartida, y que se me explicara que el presunto travesti era una mujer (este punto de la narración es chungo, lo sé), lo que no entiendo es la exagerada necesidad de andar pidiendo dinero, amenazando con abogados y asociaciones de fotoperiodistas.

Esto es un blog, más concretamente un puto blog de tres al cuarto con una audiencia limitadísima. Y lo más importante, lo escribo por que me da la gana, ni me pagan por ello ni obtengo ningún ingreso por su publicación. Lo .cual no quita para que suela contrastar la información cuando la uso, citar las fuentes y a menudo los autores de las fotos, no tanto por que lo diga una ley sino por educación y reconocimiento. La única misión de los derechos de autor frente a un blog sin ánimo de lucro y donde se cita a los autores es la recaudación pura y dura. Cosa por otra parte poco inteligente, ya que juzgar por los resultados que arrojaba google, este blog si había contribuido a la difusión de la imágen y del autor (en este caso sólo la mitad del autor).

He retirado la imagen y el post, porque aunque probablemente las amenazas fueran bravuconadas legales, cuanto más lejos se esté de tipos con toga y puñetas mejor.

Historias kafkianas para canículas nocturnas.

martes, 15 de julio de 2008

Congelaciones veraniegas, crisis y mudanzas

Ciudadano preocupado por la quiebra de Martinsa-Fadesa


Sirva esta entrada de aviso a posibles lectores de que este blog no está abandonado, simplemente se encuentra en periodo de congelación obligatoria a causa de una mudanza del autor del mismo, y a la incompetencia de las compañías de telecomunicaciones españolas, incapaces de instalar un línea telefónica y un adsl en una ciudad de 200.000 habitantes al sur de Madrid.

Por otra parte, y como deduzco que el mundo puede seguir girando de momento, sin las actualizaciones de este tratado de navegación de la vida moderna, esperaré a Septiembre para retomar la actividad, a no ser que aparezca algún vecino generoso que comparta amablemente su wi-fi.

Aunque es verano, y si cabe la estulticia se hace más patente en todos los poros de las maltrechas mentes humanas, los malos siguen conspirando, no en las sombras si no a plena luz del día. Por eso les recomiendo encarecidamente la lectura del Blog Ganas de Escribir, del profesor de Economía Juan Torres. Este buen hombre tiene mucho criterio en el tema económico y lo explica de una forma entendible, incluso a neofitos en la cosa económica como usted, querido lector. Y en estos momentos de confusiones interesadas, de ocultaciones y juegos de manos, nos tenemos que acordar quien tiene la culpa de que le suba la hipoteca o le hechen de su trabajo.

Saludos y buen verano.

jueves, 12 de junio de 2008

65 horas semanales


La Unión Europea permite extender la jornada laboral hasta las 65 horas semanales.

miércoles, 4 de junio de 2008

La Feria del Libro

Llego pronto a la feria, me encamino por el paseo de coches del retiro. Apenas reparo en lo verde que está todo, es exagerado, las plantas, animadas por las incesantes lluvias primaverales, adoptan un aspecto ecuatorial, poco apropiado para el parque de ciudad secamente castellana que siempre ha sido Madrid.

Recorro con una prisa nerviosa la interminable linea blanca de casetas prefabricadas que se suceden una tras otra, por fin voy acercándome a mi número. Paso y enciendo la luz, veo los libros extrañamente quietos, demasiado. Mis armas están listas, las voy enumerando, ordenador, caja de cambio, bolsas de cartón, catálogos y marcapáginas. Esperan ansiosas la batalla mientras que la luz se cuela por las rendijas de la persiana. Es hora de abrir, la quirúrgica luz de los fluorescentes es sustituida por un sol de tormenta, que parte de un cielo imponente, con unas nubes tan plúmbeas que parece imposible que se mantengan a flote.

Me quito las wayfarer, un librero serio no puede vender libros con gafas de sol. Me miro en los cristales, justamente hoy que me hace falta no tengo mi mejor aspecto, espero que no se note demasiado. Los aficionados a cualquier espectáculo saben cuando el observado está nervioso, perciben un pequeño gesto en el torero, una mueca en el tenista. Un librero hace que coloca los libros, ordenándolos cuando no hace falta, tocando su género para sentirse más protegido ante lo inesperado.

Un librería es como un castillo, puede sufrir incursiones hostiles de algún bárbaro cliente, pero está bien protegida, es tu terreno, conoces todos los rincones, pasadizos y recovecos, además no estás solo. Un caseta de feria es como un puesto avanzado, como una cabeza de playa, el ataque puede venir de donde menos te lo esperes. Pero al final el motor arranca y cuando miras el reloj llevas ya dos horas vendiendo, hablando, explicando, y excusándote por ese libro imprescindible que no tienes, justo ese.

Una de las cosas que más me gusta de la feria del libro es mirar a la gente en los momentos de tranquilidad. Hay varias lineas de paseantes, y los más alejados nunca se dan cuenta de lo vulnerables que son a un potencial voyeur como yo. Es como ver una película neorrealista italiana gratis y en directo. Miras a las señoras del cercano barrio de Salamanca que han venido a ver a la Infanta, a una excursión de instituto donde los adolescentes tontean de forma versallesca sin saberlo, a un tipo que pasea con sus escritos pegados en una tabla, ofreciéndoselos a quien quiera verlos. Más allá pasa una pareja, están enfadados, incómodos, pero no se dicen nada, no pasarán del verano. De repente aparece un anciano cargado de bolsas, me devuelve a la realidad:

-¿Dais algo gratis aquí?. Le doy dos marcapáginas, un catálogo y hasta un boli, le pregunto si quiere una bolsita (no sé porque pero a los ancianos y a los camareros les hablo en diminutivo). El viejuno se marcha feliz, y yo también, me dice que le he dado más cosas que los del "cortinglés", se lo dirás a todos, pillín, pienso yo.

En un rato se ha pasado la mañana, voy contando el dinero en plan banquero dikensiano (que es por lo que se mueve este tinglado, más que nada). De camino al metro me encuentro con una señora que me pidió "el libro ese del éxito", en referencia a Zafón. Estoy a punto de robarle la bolsa y salir corriendo.

La foto es de Gorka Lejarcegi, y está tomada de El País.

domingo, 25 de mayo de 2008

Paul Weller - Echoes round the Sun



Primer single del nuevo disco de Paul Weller, 22 Dreams, que estará a la venta a partir de este próximo 2 de Junio.

En este primer corte, Echoes round the Sun, el Modfather está acompañado por Noel Gallagher y Gem Archer, de Oasis, y Steve Cradock, de Ocean Colour Scene, aquí transmutado en batería. No será la única colaboración ya que en el disco también estará Graham Coxon, el guitarrista del extinto Blur.

Desgraciadamente en su página aun no se anuncia ningún concierto programado para España. Con los carteles de los grandes festivales de verano cerrados sería de esperar que Weller se dejara caer por España en Otoño, veremos...

miércoles, 21 de mayo de 2008

Weegee: Couple in voodoo trance

Weeggee era un tipo con cara de bulldog y puro perpetuo, y fotografió la vida de Nueva York desde la gran depresión hasta finales de los sesenta. Las imágenes que tomaba iban desde cadáveres por ajustes de cuentas de la mafia, hasta los incendios que se comían interesadamente casas que molestaban para recomponer la ciudad a gusto de los constructores. Weegee no lo hacía por placer o por arte, si no para publicarlas en los periódicos y poder vivir. Pero quien tiene la asombrosa capacidad de capturar la vida en una imagen, acaba por trascender el fotoperiodismo, o llevarlo de la información visual a una categoría diferente. Weegee no se mezclaba con la gente, era la gente, era Nueva York.

A raiz de una exposición del International Center of Photography de hace unos años, salieron a la luz decenas de fotos no publicadas, entre ellas la que veis arriba, "Pareja en trance vudú", hecha en 1956 en algún club del Bowery.

Si en los cincuenta en estados unidos estabas en un club en Manhattan donde había negros y blancos juntos, donde la gente bailaba jazz sin camiseta, y beber alcohol de alta graduación era lo menos tóxico que podías introducir en tu cuerpo (de la forma que fuere necesaria), es que eras alguien que vivía, lo otro era el square de clase media temeroso de dios y los comunistas.

Esta foto recoge un pedazo de vida, pero vida de la que se vive, no de la que se mira en una pantalla. Es imposible describirla, mejorarla con palabras. Mira las caras de los protagonistas, mira sus ojos y sus bocas, increíblemente simétricos, mira sus manos y sus cuerpos, deja de mirar, apaga esta puta máquina y busca algún rincón parecido en tu ciudad, donde la gente sude, baile y viva.

lunes, 19 de mayo de 2008

Lock, Stock & Liar Liar, afortunado encuentro


Unos tipos de Minnesota les da en 1965 por escribir una cancion llamada Liar Liar. Su nombre los Castaways, banda de Garaje one-hit-wonder semidesconocida, si no fuera por el celeberrimo recopilatorio Nuggets.

En 1998 otro señor, esta vez de Londres, hace una película que tiene el alambicado título de Lock, Stock & Two Smoking Barrels. Su nombre es Guy Ritchie, y es un director de cine que va camino también de ser un One (or two) hit wonder (Madonna tiene la culpa, seguro).

Más allá de los Castaways o Guy Ritchie, los cuales en sus aspectos biográficos me importan menos que la salud de un banquero, quería llamar la atención por el magnífico suceso de simbiosis sonoro musical que se produce en la escena de arriba.

Está claro que hay películas y canciones que nacieron para conocerse, y la escena de la partida de Póker de Lock & Stock, y Liar Liar son dos de esos encuentros que de no producirse, habrían de inventarse.

sábado, 17 de mayo de 2008

Vanguardia

La Fuente, Marcel Duchamp,

"La obra de vanguardia no se produce con la intención de ser interpretada, sino con la finalidad de producir un impacto y agotarse en ese choque...
Los productos (de la obra de vanguardia) quedan , como el paisaje después de una batalla, a modo de restos de una guerra fallida que han perdido su razón de ser y que se perpetúan, insólitamente conservados, en aquella esfera cultural separada, (los museos, las galerías, las colecciones, y en definitiva, la institución del arte) que ellos habían nacido precisamente para destruir, amparados por el entorno que detestan, derrotados en la pretensión de realizarse en la vida, y condenados a permanecer presos y rehenes de sus enemigos, colaborando contra su voluntad en la legitimidad del sistema social contra el cual levantaron sus armas. De ahí la particular impresión de desnudez, orfandad y desamparo que despiertan estos objetos, que ya no quieren ser juzgados con los cánones del juicio estético -porque han descubierto que el placer de la belleza era una coartada bajo cuyo amable velo se ocultaban la devastación, el exterminio, la explotación y el sufrimiento-...
Dado que han perdido toda su "efectividad", todo su sentido literal (son armas que ya no disparan, que han mostrado su fracaso en el campo de batalla, y que el enemigo ha reducido , para su escarnio, a la condición de piezas de museo que le recuerdan su victoria, a la condición de "obras de arte", de inofensivas y desgastadas metáforas), la única alternativa a ese abandono es aquella otra de la cual querían huir, la interpretación...
Si se puede leer, si se puede interpretar, entonces es que no se ha realizado, es que no se ha confundido con la vida, es que, a pesar de su afán subversivo, se ha vuelto legible, interpretable, es que se ha convertido en espectáculo, es decir, en mercancía desprovista de todo poder transformador;"

Fragmento del Prólogo de José Luis Pardo a La Sociedad del Espectáculo, de Guy Debord

viernes, 9 de mayo de 2008

Gente Rara, hoy Matías Prats

Como todos saben, o deberían, Gente Rara es una micro sección de La Aurora Moderna, que pretende, y consigue, ajusticiar a personajes paradigmas de la normalidad social, y que a juicio del que firma son muy raros.

Tras esta pequeña presentación vamos con el señor que hoy aparece quadrophenizado encima de estas líneas. Matías Prats (Luque) hijo de otro conocido periodista, Matías Prats Cañete, amable voz de los cuarenta años de placidez (Mayor Oreja dixit).

Los informativos nocturnos dicen mucho de un país, y Matías lleva reinando en las 21h mucho tiempo, y de momento, ni el guardabarreras, ni las jamelgas-chachis parecen inquietarle. Prats empezó su andadura televisiva en TVE a mediados de los setenta, despuntando en los ochenta como periodista deportivo, y más tarde, encauzando su carrera hacía la seriedad en los informativos. En aquella época decoraba su nombre con un Jr. (léase yunior), supongo que para distinguirse de su padre y de paso entrar en consonancia con los nuevos tiempos de gomina, squash y blazers blancos. Pero aquella pretérita etapa no nos interesa, lo mejor estaba por llegar.

En 1998 ficha por Antena 3. Este encuentro es comparable al de Marco Antonio y Cleopatra, Dalí y Buñuel, o el de Bowman y el Monolito. Es una simbiosis perfecta, un acoplamiento de similitudes, un coito catódico. Si un Matías hipotético hubiera llevado camisas de flores, gafas de pera y sortijas de oro, quizás hubiera tenido alguna oportunidad en Telecinco, tu pantalla amiga, pero el Matías de la realidad estaba predestinado a encontrarse en la emisora de San Sebastian de los Reyes. Antena 3 es como una señora de provincias leyendo el Vanity Fair, es el discreto encanto de la burguesía sin encanto ni nada, y necesitaba al caballero español que la desposara.

Este presentador siempre luce una eterna sonrisa, como diciendo a sus espectadores de sillón orejero: "No os preocupéis, os puede fallar el PP, os puede fallar la bolsa, incluso vuestra familia, pero siempre me tendréis a mí", y eso reconforta un huevo, no nos engañemos. Otro aspecto de la dualidad Matías-A3 son los avances informativos, en los que nuestro diseccionado sale sin chaqueta, demostrando así, visualmente, lo mucho que se esfuerza para que todo salga como tenga que salir, para que todo siga como debiera seguir.

Matías domina el medio, la cámara le quiere, aunque sea la de A3, que ¿por qué demonios imprime a todo ese tono tan apagado, ese color sin color?. Creo que un señor de Palencia llamado Avelino que se volvió loco intentando calibrar el color de su televisor. Volviendo al tema, habéis visto como se sienta, girando su tronco levemente, apoyando el brazo en la mesa, ni un galán del Holywood clásico. Y por último la voz, como la engola, ese cambio constante de tonalidad, ese tono teatral al dar los sucesos. Los contenidos, esa es otra, porque Matías no es sólo saber estar.

Sus telediarios se componen de sucesos y deportes, lo demás es marginal, gris y aburrido a su lado. Matías necesita las grandes tragedias humanas y los heroicos gladiadores de nuestros días para encontrarse en su punto. Sesión doble de Puerto Hurraco y Raúl. Y como colofón la noticia-matías. Siempre para cerrar sus informativos elige sabiamente una chanza absurda o un poco de carnaza recatada. A nadie amarga un buen postre. Y mientras que suenan las fanfarrias de despedida coloca los papeles, sonríe, se burla del niñato pepón que da los deportes y coquetea con su compañera, todo a la vez.

Matías Prats, un hombre a la altura del país, del momento, de los tiempos que nos han tocado vivir.

jueves, 8 de mayo de 2008

Enjuto Mojamuto: Conocimientos inútiles


Tras unos días de entradas densas hoy toca algo de humor. Ayer viendo Muchachada Nui (por cierto, un episodio muy regulero) me hizo bastante gracia el video de Enjuto Mojamuto, archivos mentales. Aunque casi me ruboricé recordando la cantidad de horas perdidas delante de la pantalla viendo absurdeces y llegando a unos extremos de especificidad que asustan.

Pero eso de que la Wikipedia es un lugar exclusivamente de conocimientos útiles no sé yo si:

- http://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_Grayskull
- http://es.wikipedia.org/wiki/Hulk_Hogan
- http://es.wikipedia.org/wiki/Pokemon
- http://es.wikipedia.org/wiki/Menudo_es_mi_padre

martes, 6 de mayo de 2008

Grands Soirs et Petit Matins

Grands Soirs et Petit Matins, "Fragmentos de una película que debió existir", es un documental rodado por William Klein en París, ¿Cuándo?, en Mayo del 68.

No hay nada más contrario al proceso revolucionario que fotografía la película que el propio hecho de actuar como espectadores en la vida, sin interactuar con ella, sin provocar situaciones que alteren el falso-cotidiano devenir de las cosas. Por eso, una película que hable sobre Mayo del 68 es contradictoria en si misma.

Sin embargo, esta cinta documental, habla poco sobre el hecho, y más bien deja, absolutamente, que el hecho hable por si mismo. No hay un sólo minuto de narración, sólo carteles que nos ubican en el momento y lugar que aparecerá al instante. William Klein, fotógrafo y cineasta de tendencias, más que de moda, rodó cámara al hombro entre la gente de las manifestaciones, dentro de los debates de la Sorbona, a las puertas de las fábricas ocupadas. No hay actores, sólo estudiantes, trabajadores y cuerpos de normalización coactiva (AKA policía). Tampoco hay diálogos, ni guión, más allá supongo del obvio montaje. Lo que se oye no son ocurrencias, por muy buenas que puedan ser estas, sí diálogos, confrontación de ideas entre gente como nosotros. No hay focos, ni moderador, ni si quiera expertos contertulios. Y no pasa nada, es más, es mejor.

La película no enseña ni los antecedentes, ni los desenlaces, no hay una sola pausa para introducir datos, ni bustos parlantes. Sin embargo la película explica más sobre Mayo del 68 que cualquier documental o reportaje que pasen en la televisión estos días.

Las dos corrientes principales de explicación del Mayo francés son reaccionarias, y sus documentales siguen esta línea. Una odia sin tapujos todo lo que supuso. La otra pretende transformar las hogueras en fuegos de artificio, ñoñearnos la violencia, asimilar la subversión. Una destruye, la otra hurta, ambas mienten.

Los aniversarios como la actualidad son mentira. Pero ante la zafiedad conservadora y el progresismo de barraca que se nos viene encima es un buen momento para rescatar la película de Klein. Como no la van a poner en televisión (supongo) y no creo que conseguirla en formato físico sea fácil, podéis conseguirla en rebeldemule. Y luego más os vale poneos a crear situaciones...

lunes, 5 de mayo de 2008

Trabajo y tabaco


Si a un fumador le preguntamos por qué fuma probablemente la respuesta sea que el tabaco le proporciona algún tipo de ventaja: tranquilidad, concentración, confianza, placer..., por tanto podríamos deducir que la persona que consume tabaco lo hace porque internamente cree que fumar añade algo a su vida. La realidad, científica, comprobada, es que es justamente al contrario.

El tabaco, y más concretamente la nicotina, lo que hace es crear las necesidades que no existían previamente a su consumo: nerviosismo, dispersión, inquietud, desasosiego..., que precisamente surgen cuando falta, y que, aquí viene lo más grave, fumar es lo único que las puede calmar.

Con el trabajo asalariado ocurre algo muy parecido. Si a un trabajador le preguntamos por qué trabaja probablemente nos conteste que trabajando puede comprar cosas, pagar facturas, en definitiva, hacer frente a necesidades y obtener ventajas. La realidad es que, al igual que el tabaco, es justamente al contrario.

La sociedad de consumo, de la cual el trabajo asalariado, es parte ineludible y esencial, es quien nos crea un profundo desasosiego, una inevitable necesidad de participar en ella. Y la única forma que la mayoría tenemos de hacerlo es trabajando, para transformar la incertidumbre en certeza y el nerviosismo en tranquilidad, para calmar una inquietante necesidad artificial asumida. Pero lo peor de todo no es esto. Si no que por este mecanismo acabamos venerando a quien nos hace sufrir, otorgando el papel de bombero al pirómano, alimentando a la propia irrealidad.

domingo, 4 de mayo de 2008

Lugares Abandonados


Cuando te juntas con amigos en algún chino, o a tomar algo tranquilamente en casa, acabas hablando de decenas de temas. Al día siguiente recuerdas algún retazo de una tema concreto y te preguntas como llegaste ahí, si empezaste a hablar a las diez sobre tal grupo de música como es que a las doce estabas comentando el origen de los cuentos infantiles dieciochescos.

Con internet ocurre algo parecido, llegas a lugares sin ser capaz de trazar el camino recorrido, y normalmente haces de esta forma los descubrimientos más interesantes. El otro día me topé con un blog bastante curioso que trata una no menos curiosa afición. Su nombre es Abandonalia.

Al parecer existen aficionados a descubrir, visitar y de alguna forma catalogar lugares abandonados. El propietario de este blog, en marcha desde 2006, va anotando sus viajes y descubrimientos a estos parajes olvidados, además como pueden ver en la foto de arriba lo ilustra con imágenes muy bien tomadas.

¿Cuáles son estos lugares?, pues casi cualquier construcción propia de la sociedad del siglo XX: Sanatorios, fábricas, hoteles, estaciones de tren, gasolineras, construcciones militares, y en definitiva cualquier cosa que resista en pie el paso del tiempo y de los gamberros. Es curioso porque existe un "código" entre estos aficionados que les lleva a visitar estos lugares sin intervenir en ellos, es decir, procurar dejar todo como estaba cuando llegaron. Visitando el blog, que cuenta con un número apreciable de entradas, es interesante ver todo los que la sociedad industrial, y más tarde la de consumo, se han ido dejando en el camino, olvidadas, como advirtiéndonos de cual puede ser el futuro de cuanto nos rodea.

miércoles, 23 de abril de 2008

El cura volador y Akio Morita



Vivimos días extraños y hemos de admitirlo lo antes posible. En las películas de catástrofes, parejo a la presentación de los personajes, aparecen una serie de sucesos que nos alertan ante el inminente cataclismo. Una pequeña grieta en Terremoto, un hilillo de humo en El Coloso en Llamas, o algún zombificado precoz en alguna peli de muertos vivientes.

Cuando cae un periódico en mis manos, o más bien cuando me dejo caer por alguna de sus webs, busco con avidez alguna señal entre la falsa actualidad (redundancia). Alguna señal que me confirme lo que sospecho, el desastre está cerca. Y la noticia del vídeo es una de esas señales, claro.

Pensadlo con frialdad, y repetidlo en vuestras cabezas las veces que haga falta, hasta que sustraigáis la realidad del asunto. Un cura, precisamente un cura, brasileño, no de cualquier país, sino de Brasil, se ata a miles de globos infantiles y se hecha a volar. Así sin paliativos, toma cucharada de absurdez real. Y para colmo el señor se pierde, porque no sabía utilizar el GPS.

Pero más cosas que me inquietan. En un globo aerostático, los pilotos globistas, cuando quieren subir tiran de quemador y calientan el aire, con lo cual el ingenio asciende. Cuando quieren bajar dejan que el aire se enfríe. Pero a este señor ¿cómo le iban a bajar?, ¿disparando a los globos con escopetas de feria?.

Una vez leí unas declaraciones de Akio Morita, nada más y nada menos que el fundador de Sony. El tipo decía que el mundo de hoy ( y murió en el 99) es como un transatlántico apunto de chocar con un iceberg. Lo peor de todo, decía, no es el fatal desenlace, sino que los pasajeros pese a saberlo están jugando en el casino, embebidos por las magníficas ganancias y estruendosas pérdidas de la ruleta, y ninguno hace nada para evitar el choque.

Juguemos pues...

jueves, 17 de abril de 2008

Grandes diálogos: The Commitments

-¿Y qué clase de música vamos a tocar, Jimmy?
-¿Sois de clase trabajadora, verdad?
- Lo seríamos si hubiera trabajo
- Entonces vuestra música debería hablar de quienes sois y
del ambiente de donde provenís, debería hablar el lenguaje de la calle.
Debería referirse a la lucha y el sexo, y no me refiero a canciones
de amor blandengues que hablan de querer coger la mano a tu chica.
Me refiero a joder, follar, coños, pollas, culos... todo eso
-¡Vaya! ¿qué clase de música habla de eso?
- El soul
- ¿El soul?
- ¡Soul!, Vamos a tocar soul de Dublín

jueves, 10 de abril de 2008

Los malos finales


La vida en general es injusta. Este es un axioma del que te das cuenta tarde o temprano si tienes los ojos abiertos, aunque sea un poco.
Hoy el axioma ha vuelto a cumplirse, inexorable, e incluso mordaz, con ese punto de burla que tiene la verdadera maldad. El Getafe ha sido eliminado en los últimos treinta segundos de partido.
Los deportes televisados, y en especial el fútbol, son como una tragedia griega para masas, entre las cuales me incluyo, en el que el destino del héroe siempre es oscuro, terrible, fatal, y lo peor es que lo es, haga lo que haga.
El héroe en esta ocasión es el Getafe. Quizás abunde en los tópicos, pero el Getafe es Working Class Football. Sus jugadores no tienen nombres sofisticados, se llaman Braulio o Casquero, son como las calles de la ciudad de periferia que acoge al equipo, feas pero con orgullo. El equipo consigue llegar a cuartos de final de la UEFA (pronúnciese "güefa"), no a semifinales ni la final, los cuartos. Y se enfrenta al Bayern de Munich, un equipo grande, con prestigio, historia, títulos y dinero. Y pierde, en los últimos treinta segundos del partido.
Lo trágico es que el pequeño, el que representaba al héroe en la tragedia sabía de su destino adverso, y eso no le ha impedido salir a cambiarlo. Durante el mayor tiempo del partido esto ha parecido posible, y casi al final, un tipo feo, francés y feo, va y mete un gol. Y eso no fue lo peor.
La prorroga, ese tiempo añadido, como una toma más para que Skywalker cruce la puerta romboide que se cierra, comienza, y todo hace pensar que la puerta esta vez pillará al protagonista. Pero no, sale el Getafe y mete dos goles, suenan las fanfarrias.
Parece que esta vez el final será feliz, el pequeño derribará al grande, los buenos ganarán al menos por hoy. Pero esto no es una película, es la realidad, donde generalmente los finales son malos, y crueles. Podía haber perdido cero cinco, pero perdió en los últimos treinta segundos.
Irrumpe un malo de verdad, un italiano con nombre de mafioso, Luca Toni, un tópico andante. Da un cabezazo a uno del Getafe, que sirve de presentación de nuestro némesis. Y de ahí a la burla.
Primero al portero se le escapa el balón de las manos, y luego un gol rastrero en los, sí, últimos treinta segundos.
Los buenos nunca ganamos, por eso cuando lo hagamos será grandioso.

martes, 8 de abril de 2008

20 minutos

Llego a Atocha y me cambio de andén. Salgo del tren disparado como un atleta proletario, bregando con todo tipo de trampas y de competidores que intentan llegar antes que yo a las escaleras mecánicas. Afortunadamente llevo a los Nazz en los cascos y eso me da un plus de velocidad punta.
Según subo miro a mi izquierda intentando ver en vano cuantos minutos faltan para que llegue mi tren, por supuesto no lo veo, como no lo veo ningún día, pero repito gesto, automatizando mis movimientos como casi todo. Delante mía va un chaval con una mochila de montañero enorme. Siempre me he preguntado que lleva la gente en esas mochilas azules, gigantes, extremadamente grotescas en comparación con un entorno tan urbano. Llevarán cojines para llenarlas y aparentar, delante de otros o de ellos mismos, que vienen de vivir algún tipo de aventura campestre. La gente que leva una indumentaria campera en la ciudad es odiosa, como casi todo.
Me lanzo por la pasarela que comunica las vías, como todo el mundo, aun recuerdo la antigua Atocha, decimonónica y steampunk, donde la gente cruzaba las vías alegremente. De vez en cuando moría alguien, pero la estación era mucho más pintoresca que este mamotreto de cemento armado, que más que una estación de trenes parece un depósito de residuos radioactivos. Quizá sea ambas cosas y el dinero de la Expo y las Olimpiadas salieron de aquí.
Veo el indicador luminoso, quedan cuatro minutos y enfilo las escaleras de bajada. Siempre tengo la sensación que alguna señora torpe me va a tirar y voy a car rodando, golpeando mi cuerpo con los escalones metálicos y sibilinos. Miren unas escaleras mecánicas ocultándose bajo tierra, son inquietantes.
Me sitúo en el punto justo donde parará el tren. Es una costumbre miserable, pero necesaria. No me importaría ir de pie si los demás viajeros tuvieran una correcta percepción del espacio, y no te pisaran, empujaran e importunaran de todas las formas posibles, cuando el tren va hasta los topes y también cuando no lo va.
Llueve bastante, y como aun hay luz natural, ambas, luz y lluvia, se cuelan por unos espacios abiertos que hay en el techo, de donde cuelgan unas estructuras metálicas de película post-apocalíptica. Me imagino la estación desierta, abandonada, y unos monos saltando y desafiando la gravedad entre los hierros colgantes. Los monos son cojonudos, son como nosotros pero sin maquillaje ni maldad.
Llega el tren, consigo entrar y sentarme, me siento un triunfador sobre los rezagados, lentos, y prácticamente tullidos sociales que no han conseguido sentarse. Cabe decir que mi entrada en el tren es limpia, como un cuchillo a través de un aguacate, no como esas señoras-bicho-bola, que armadas con sus bolsas de plástico consiguen sitio, no con gracilidad, si no como una carga de dragones napoleónicos avanzando con sus caballos de dos toneladas.
El tren arranca y mi sensación de felicidad se desvanece tan pronto como me doy cuenta de que me quedan muchas estaciones por delante. Estoy casi al final de la linea, soy un profesional del cercanías, no como esos aficionados que se bajan a la segunda o a la tercera.
Una mujercilla recopila desesperada periódicos gratuitos. Se diría que en vez de leer la información del día, o algo que se le parece lejanamente, va a encontrar un mensaje cifrado que le permita vivir eternamente, o conocer a Ana Rosa. Miro a mi alrededor, afortunadamente hoy no hay ni bebes llorando ni muchachos riguitón, que en un alarde de simpatía alegran el vagón con sus exóticos sonidos.
Enfrente mía va un tipo calvo, con perilla de camarero, ropa olvidable y aspecto de mercenario. Es grande como una torre y me mira con cara de desprecio. Le devolvería la mirada, pero tengo la impresión de que con una de sus manos ariete podría arrancarme la cabeza sin inmutarse.
Me concentro en la lectura, hoy me sale bien, consigo meterme en el libro y todo a mi alrededor se empieza a desvanecer, tomado un aspecto informe.
Empiezo a pensar este texto, en lo abandonado que tengo el blog y en las ganas de escribir que vuelven de nuevo.
Y hasta este punto y final

viernes, 22 de febrero de 2008

Los Negativos, psicodelia en Barcelona

Uno de las grandes verdades (y desastres) de la historia es que la escriben los ganadores. Ocurre con los grandes acontecimientos históricos, y también con los pequeños, o al menos los que afectan a la gente de una forma diferente. Y la cultura, la música, es uno de ellos.

Desde hace unos años vivimos un revival permanente de casi todo, pero es un recuerdo ficticio, tamizado, parcial, y en la mayoría de las ocasiones ridículo. Los ochenta, en lo cultural en España, están indisolublemente unidos a lo que se denominó la movida, que fuera real o no, es lo que aparece en todos los reportajes de relleno, que de vez en cuando publican en los dominicales (AKA revistas para aburridos tipos de mediana edad). Pero hubo mucho más, de lo que nunca se habla, y de lo que hoy precisamente, traemos un claro ejemplo.

Si alguien medianamente versado en música y culturas alternativas mira la foto de algo más arriba, no habría que culparle si piensa que es la instantanea de cuatro jóvenes en el San Francisco del 67. Sí, son cuatro jóvenes, sí, son psicodélicos, o garajeros, o como quieran etiquetarlos, pero la foto es de 1984 y está tomada en Barcelona.

Alfredo Calonge (voz y guitarra), Carlos Estrada (bajo), Roberto Grima (guitarra) y Valentín Morato (batería) fueron Los Negativos, un grupo musical barcelonés que aunó, en casi su único disco, Piknik Caleidoscópico, las influencias de la música sesentera de la costa oeste norteamericana, y el gran pop que se hacía en los ochenta aquí mismo. La verdad es que sería exagerado decir que Los Negativos son un grupo imprescindible, pero no que son muy recomendables. Piknik Caleidoscópico es un disco donde sobresalen unas estupendas melodías y unas curiosas letras, donde Cigarras Panameñas, es la que creo la mejor canción. El disco fue reeditado en 2005 por Mushroom Pillow, un gran sello que da para más de un post en este blog.

Los Negativos editaron un segundo disco 18º Sábado Amarillo y un recopilatorio-directo, Las Cintas de Thule. El grupo como la mayoría de formaciones realmente interesantes de la época no dio para más (o fue el público el que ya no daba para más), y se separó. Afortunadamente se reunieron en 1996, ya no toda la formación original, y editaron su tercer disco, Puzzle. La noticia fue buena no tanto por el disco en sí como por la oportunidad que dio a mucha gente de verlos en directo. Para acabar os dejo un link con una entrevista en Enero del 2007, publicada en El Blog de Mac. (Para los videos en el youtube, que los hay, no os pongo links, no seais vagos y utilizar vuestra oxidada taquigrafía de vez en cuando.)


miércoles, 20 de febrero de 2008

Jane Birkin viene a Madrid

Razones para que Jane Birkin protagonice un post en La Aurora Moderna:

#1. Es la musa pop definitiva.

#2. Además de guapa canta muy bien, mi preferida, comment te dire adieu.

#3. Porque tuvo lo decencia de enrollarse y casarse con Serge Gainsbourg, un tío feo y golfo como ninguno, y que también componía como dios.

#4. Ha envejecido decentemente, no es sólo un recuerdo del pasado. El peligro de convertirte en una caricatura de ti mismo es constante en los artistas, y ella lo superó con creces.

#5. Y lo más importante. Porque hoy canta en Madrid, en El Círculo de Bellas Artes, a partir de las 22:00h.

lunes, 18 de febrero de 2008

Gente rara, hoy Valentino

Inauguramos orgullosamente una nueva sección en La Aurora Moderna: Gente Rara.
Siempre me he preguntado como la sociedad oficial puede admitir a determinados individuos como normales. Cómo puede hacerlos pasar por algo respetable, elegante, un ejemplo a seguir. En todo caso, más que desentrañar los complejos mecanismos de aceptación social, esta sección, gente rara, pretende hacer justicia, al menos poética. Se trata de mostrar las desnudez del rey, la oligofrenia rampante, el stablishment de barraca de feria que nos marca la pauta. Desengañémonos, somos unos loosers, sí, lo aceptamos. Pero también sabemos el alto precio que se exige por ser un triunfador, (palabra que de sólo escribirla me dan nauseas), en un mundo tan borderline como este, y quizás no estamos dispuestos a pagarlo. Empezamos.

El tipo que nos ocupa hoy se llama Valentino Clemente Ludovico Garavani y es (era) un prestigioso diseñador de moda. Ya sólo en esta frase tenemos elementos suficientes para destruir inmisericordemente al personaje.
Lo primero a reseñar es que estos tipos nunca utilizan el nombre que aparece en su DNI. Si tú, querido lector, te llamas Juan Pérez, te seguirás llamando así el resto de tu vida, en clase en el trabajo, donde sea. Estos no, estos siempre pueden cambiar su nombre, reducirlo, ampliarlo, colocar un "de" delante de su apellido, trastocar la realidad para adaptarla a sus necesidades.
Lo segundo, estos no tienen un trabajo a secas, no son administrativos, ferrallistas o cajeras, son lo que sea que quieran ser, pero siempre con un adjetivo delante: prestigioso diseñador, exitoso empresario, ocurrente escritor.
Lo tercero, diseñador de moda. He de reconocer que los únicos diseñadores de moda que conozco, es decir, creadores de algo que se repite más que la media de otros elementos, son las agencias de inteligencia de Estados Unidos. Obviando esto, tengo, he de reconocer, escaso aprecio por estos cuentistas que se dedican, presuntamente, a crear arte con la ropa. Pero aceptando este hecho os pido que subáis el cursor y miréis detenidamente la foto de arriba. ¿De verdad os dejarías vestir por alguien como Valentino?.
Ese moreno no es sano, señor Valentino. Ya es un anciano, y la melanina de su piel no está en condiciones de resistir tal cantidad de rayos solares. Parece un churrasco y he de confesarle que me daría un enorme placer pellizcarle con ímpetu su arrugada y reseca piel. Su pelo, señor Valentino, deje el "leidigrecian" ya, y no se lo carde, así al menos ganará en algo de dignidad humana. Y por último, ese traje, ese color de tela. Mire, señor Valentino, su traje es propio de un mafioso de Miami o de Arturo Fernández, y en el caso de ellos, ninguno se dedica al corte y confección. Es como si voy al médico y este no sabe utilizar el fonendoscopio, lo mismito.

En estos momentos en Madrid hace un frío de posguerra, y yo lo estoy sufriendo. Probablemente Valentino se esté tostando al sol en alguna soleada playa o en algún lujoso yate. Soy consciente. Pero lo que nos asiste es la razón, amigos, y aunque está oculta bajo toneladas de estulticia y capas de estupidez, es hora de que vea la luz. Se lo debemos.

sábado, 16 de febrero de 2008

André Breton - La unión libre

Mi mujer de cabellera de fuego de madera
De pensamientos de relámpagos de calor
De cintura de reloj de arena
Mi mujer de cintura de nutria entre los dientes del tigre
Mi mujer de boca de escarapela y de ramo de estrellas de última magnitud
De dientes de huellas de ratón blanco sobre la tierra blanca
De lengua de ámbar y de vidrio frotados
Mi mujer de lengua de hostia apuñalada
De lengua de muñeca que cierra y abre los ojos
De lengua de piedra increíble
Mi mujer de pestañas de palotes de escritura infantil
De cejas de borde de nido de golondrina
Mi mujer de sienes de pizarra de techo de invernadero
Y de vaho en los vidrios
Mi mujer de hombros de champaña
Y de fuente con cabezas de delfines bajo el hielo
Mi mujer de muñecas de cerillos
Mi mujer de dedos de azar y de as de corazones
De dedos de heno cortado
Mi mujer de axilas de marta y de hayucos
De noche de San Juan
De ligustro y de nido de escalares
De brazos de espuma de mar y de esclusa
Y de mezcla del trigo y del molino
Mi mujer de piernas de cohete
De movimientos de relojería y de desesperación
Mi mujer de pantorrillas de médula de saúco
Mi mujer de pies de iniciales
De pies de llaveros de pies de calafanes que beben
Mi mujer de cuello de cebada no perlada
Mi mujer de garganta de Valle de oro
De cita en el lecho mismo del torrente
De pechos de noche
Mi mujer de pechos de topera marina
Mi mujer de pechos de crisol de rubíes
De pechos de espectro de la rosa bajo el rocío
Mi mujer de vientre de despliegue de abanico de los días
De vientre de garra gigante
Mi mujer de espalda de pájaro que huye vertical
De espalda de azogue
De espalda de luz
De nuca de canto rodado y de tiza mojada
Y de caída de un vaso en el que acaba de beberse
Mi mujer de caderas de barquilla
De caderas de lustro y de penas de flecha
Y de tronco de plumas de pavo real blanco
De balanza insensible
Mi mujer de nalgas de asperón y de amianto
Mi mujer de nalgas de espalda de cisne
Mi mujer de nalgas de primavera
De sexo gladiolo
Mi mujer de sexo de yacimiento de oro y de ornitorrinco
Mi mujer de sexo de alga y de bombones antiguos
Mi mujer de sexo de espejo
Mi mujer de ojos llenos de lágrimas
De ojos de panoplia violeta y de aguja imantada
Mi mujer de ojos de sabana
Mi mujer de ojos de agua para beber en la cárcel
Mi mujer de ojos de madera siempre bajo el hacha
De ojos de nivel de agua de nivel de aire de tierra y de fuego

jueves, 14 de febrero de 2008

Darker than black

Darker than Black, Kuro no Keiyakusha, Más oscuro que el negro.
Tensai Okamura. Estudio Bones. 2007.
Serie de animación japonesa. 25 Episodios.

Podéis verla aquí o descargarla de aquí.

Este anime se podría definir como un thriller policiaco-futurista, dentro de la línea de, como no, Blade Runner. El escenario en el que se desarrolla la acción es un Tokyo dividido por un gigantesco muro, que separa la ciudad normal de otra parte mucho más oscura. Al parecer en un momento determinado surge en la ciudad una especie de dimensión, cubriendo incluso el cielo real con uno ficticio. Las cosas no acaban ahí, algunas personas adquieren capacidades alejadas de lo habitual, siendo utilizadas por diferentes gobiernos para investigar lo que hay detrás de la puerta, ya que la información sobre este suceso parece crucial. Evidentemente la cooperación internacional brilla por su ausencia, dejando paso a la confrontación abierta.

Técnicamente esta producción japonesa es sobresaliente. Los movimientos, color, luces y ambientes están a un gran nivel. No es nada fácil encontrar estas características ni si quiera en una producción occidental de alto presupuesto. La música también recuerda a la película de Ridley Scott, pasajes sonoros melancólicos y ambientales.

Si tenéis reticencias hacía el anime esta es una buena oportunidad de que perdáis el miedo, nunca es tarde para conocer cosas nuevas.

lunes, 11 de febrero de 2008

Sakura, la flor del cerezo, 桜

Pincha en la foto para verla más grande

Sakura, el nombre que recibe en Japón la flor del cerezo, y uno de los espectáculos naturales más hermosos que he visto. La foto está tomada en el paseo de acceso al Ninnaji, un templo situado al noroeste de Kyoto, en Abril del pasado año.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Podcast de Documentos de RNE

La radio es la eterna superviviente. Su defunción ha sido anunciada mil y una veces, pero a través de la diferencia este medio ha llegado al siglo XXI con una cierta energía. Creo que la radio española no atraviesa sus mejores momentos, sobre todo por cierto espíritu años treinta y de bigotillo fino que se respira en las ondas, y en más de una emisora, no os creáis.

Como oyente asiduo de programas de radio, internet ha cambiado radicalmente mi forma de escucharla, como espero que dentro de no mucho ocurra con la televisión. Muchos de los programas que me interesan, como por ejemplo La rosa de los Vientos, tienen unos horarios de madrugada terribles. Es más, a mi me gusta escuchar mis programas cuando quiero y donde quiero, ¿Cómo?, exactly, el podcast.

Y uno de esos espacios es Documentos de Radio Nacional de España. Este programa, que en las ondas se emite los sábados a las 15:00, tiene un buen podcast en la página de la emisora pública, y su formato es perfecto para el encapsulamiento en mp3.

Documentos de RNE, dirigido por Juan Carlos León, se trata de un espacio donde tienen cabida infinidad de temas. El programa es un documental sonoro monográfico muy bien realizado en el que pueden tener cabida desde George Orwell hasta Pablo Picasso. Lo interesante es que debido al gigantesco archivo sonoro de la emisora pública muchas veces los testimonios y las voces son las de los personajes originales y gentes de la época.

Últimamente me he descargado el capítulo dedicado al crack bursatil de 1929, más que nada por si hay que irse preparando para otra época dura. Un programa muy bien hecho, divulgativo, entretenido y además, público. Ahora no tenéis excusa para decir que no sabéis nada de este o aquel tema.

martes, 5 de febrero de 2008

The Who y su primera actuación en Madrid

El 26 de Julio de 2006 estuve en el mejor concierto al que he asistido nunca, así, sin paliativos. The Who, o "los Jú" como decimos los castellanoparlantes de acentos restringidos, venían a tocar por primera vez a España, y miles de incondicionales fuimos a cumplir nuestro sueño, el de ver a la banda de Shepherds Bush en directo (o al menos lo que queda de ella). Pero, ¿realmente fue la primera vez en la que The Who tocaron en nuestro país?.

Pues sí ... y no. En la web The Who en Madrid explican la que fue "La triste e inadvertida gira por España" en 1964:

En Octubre de 1964 los Who visitan España. ¿El motivo?: perfeccionar la puesta en escena y ensayar con público el nuevo repertorio antes de su debut en el Marquee Club de Londres. Gracias al promotor artístico Pipe Ayala contratan ocho actuaciones en Madrid y diez en Barcelona. Sin embargo, el grupo nunca llega a tocar. En Madrid son detenidos por la policía; y en Barcelona, agredidos por hinchas del Barça. Un comentario en la revista "Fonorama" y un artículo en "La Vanguardia" confirman los sucesos. La gira pasa inadvertida porque el grupo se presenta con su nombre anterior: los High Numbers.

lunes, 4 de febrero de 2008

XXII Premios Goya: La Soledad película triunfadora

Escribo a modo de telegrama los resultados e impresiones de la ceremonia de la XXII edición de los Premios Goya de la Academía de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España (toma nombre!):

-Mejor Película: La Soledad.
-Mejor Director: Jaime Rosales, por La Soledad.
-Mejor Guión Original: Sergio G. Sánchez por el Orfanato.
-Mejor Guion Adaptado: Félix Viscarret, por Bajo las Estrellas.
-Mejor Actor Protagonista: Alberto San Juan, por Bajo las Estrellas.
-Mejor Actriz Protagonista: Maribel Verdú, por Siete Mesas de Billar Francés.
-Mejor Director Novel: Juan Antonio Bayona, por El Orfanato.
-Goya de Honor: Alfredo Landa

Los demás premiados los podéis ver en el especial que el diario Público ha abierto respecto al tema.

Sin duda la ganadora ha sido La soledad, llevándose los dos premios principales y por abrumadora sorpresa (la cara de Elías Querejeta ha sido un poema). La perdedora, Las trece Rosas, que sólo recibe algunos premios técnicos y el actor de reparto. El Orfanato salva los muebles, recibe los importantes premios de guion y director novel, y otros cinco Goyas en otras categorías, pero parecía que lo iba a ganar todo, y eso torna en algo descafeinado su triunfo. Por otra parte me parece que la otra ganadora es Bajo las Estrellas, que llegó de convidada de piedra y al final se lleva Actor y Guión Adaptado, y me alegro, ya que me parece una película estupenda.
Siete Mesas de billar Francés se conforma con dos premios, uno a Amparo Baró, por Actriz de reparto y otro, por fin, a la eterna nominada Maribel Verdú, la cual, o se emociona de forma muy extraña o ha fingido de forma bastante torticera su turbación.

La gala como espectáculo televisivo ha estado entretenida, con Corbacho aplicando su humor de macarrilla agradable. Los vídeos de las cuatro películas nominadas, dobladas al más puro estilo retrospector, han sido el otro aporte del humorista-director que presentaba el evento. Ha tenido una duración aceptable, aunque nos han frito a base de pausas publicitarias, prácticamente corte cada tres o cuatro premios. Me gusta que los que dan los premios se dediquen a leer la tarjetita de los nominados y el ganador, es incomprensible pero la mayoría de actores y actrices no dan bien leyendo chistes ad-hoc.

La noche ha tenido diferentes momentos, pero sin duda los dos más emocionantes han sido el final del vídeo de los fallecidos relacionados con el cine español, con Fernán Gómez, y el Goya de Honor a Alfredo Landa. El actor homenajeado ha tenido verdaderas dificultades para leer su discurso, y me temo que su retirada tendrá algo que ver con esto.

Me ha hecho gracia Sergio G. Sánchez, el guionista del Orfanato, desquitándose al recibir su premio y diciendo algo como que han premiado "la copia" de Los otros. Me ha gustado ver a Álex de la Iglesia dar el premio al mejor director, que últimamente sólo le llueven palos aunque Los Crímenes de Oxford triunfe en taquilla. He soltado un ¡toma! con Alberto San Juan, que en el discurso más brillante de la noche, ha deseado la desaparición de: "esa cosa llamada Conferencia Episcopal". Y he aplaudido cuando Abdelatif Abdeselam Hamed, ganador del Goya al mejor corto de ficción, ha dicho que le extrañaba oír su nombre y no ser cacheado.

Una gala más, de la noche del cine español, con sorpresa, sin grandes sobresaltos y con Pe y Bardem ausentes. Esperamos, ya, la del año que viene.

domingo, 3 de febrero de 2008

Pushing Daisies

Pushing Daisies es una serie de televisión que la cadena norteamericana ABC estrenó este pasado Octubre, y que en España se ha podido ver por Canal Plus desde Diciembre. Personalmente, y como le pasa a cada vez más gente, estoy liberado de la televisión como medio en si mismo, y la mayoría de producciones que veo son a través de Internet. Descubrí esta maravilla hace poco y he creído que debería formar parte de La Aurora Moderna.

La serie tiene una historia curiosa. El protagonista, de profesión pastelero, tiene la asombrosa capacidad de resucitar a los muertos con sólo tocarlos, sin embargo esto trae como consecuencia que otra persona morirá en el lugar del resucitado. Además nunca más podrá volver a tener contacto físico con ellos, ya que el resucitado volverá a morir. Sí el segundo toque tiene lugar en el minuto posterior a la reanimación nadie morirá en su lugar, y las cosas quedarán como estaban. El protagonista tiene junto a un compañero cínico y casual un segundo oficio, desentrañar crímenes preguntando al propio cadáver quien le quito la vida. La "normalidad" se ve truncada cuando el amor de la infancia de nuestro pastelero-detective es asesinada, y en la investigación ocurre algo que todos nos imaginamos.

Curiosamente esta habilidad tan bíblica ya había sido mostrada de manera muy parecida en otra serie de televisión, la británica Torchwood. En Pushing Daisies se aprovecha esta fantasía para realizar una serie muy divertida, con toques de comedia surrealista y romanticismo naif, pero sin abandonar nunca en los episodios un cierto aire siniestro.

Cuando leí la descripción de Pushing Daisies vi que decían que era una mezcla entre Amelie y Big Fish. ¿Parece pretencioso, verdad?, pues no existe una descripción más cercana. Estéticamente es colorista y con un aspecto retro e irreal, precisamente como las películas de Jeunet y Burton. Sólo se han rodado nueve capítulos y de momento por la huelga de guionistas (que esperemos que ganen) nada más. A si que ya tenéis otra cosa más que descargar las próximas semanas.

martes, 29 de enero de 2008

Tienes Talento, el programa de Cuatro

"En mi pueblo me envidian por como bailo"
Una Concursante

El pasado viernes 25 Cuatro estrenaba el nuevo programa "Tienes Talento", un espacio que consiste en la búsqueda de individuos que actúen, bailen, canten, o hagan algo, lo que sea, encima de un escenario. Curiosamente, Telecinco, tu pantalla amiga, también ha estrenado un formato, no similar, si no igual, llamado "Tú sí que vales". Pero como en La Aurora Moderna detestamos a Sardá con todas nuestras fuerzas, vamos a hablar del de la televisión de PRISA. En "La tele que me parió" tienen una entrada que habla sobre la rivalidad televisiva entre estos dos programas.

La formula es sencilla: se colocan unas cámaras en un teatro, se pone un jurado que vote las actuaciones, y se permite que todo ciudadano que quiera suba al escenario a expresar su creatividad. Dos palabras: magníficamente bizarro.

Vivimos en el país de Divinas Palabras, de Paquito el Chocolatero y del francotirador liliputiense, y esto, para un programa basado en el gracejo popular de nuestros vecinos, es estupendo. En un par de días de seguimiento intensivo de los castings he visto todo tipo de Fenómenos (con f mayúscula), desde una chica que se acercaba una sierra radial a su monte de Venus (erotismo metalúrgico), hasta un señor que se colocaba cientos de pinzas en su miembro (erotismo costumbrista). Los participantes son presuntos humoristas, travestidos de cincuenta años, malabaristas, gente con carencias emocionales severas en definitiva. Ayer incluso aparecieron unos mafiosos rusos que tocaban el cajón flamenco, y que con una mirada amenazante consiguieron el triple sí del jurado.

Ah!, el jurado. Qué sería de un programa de esta calaña sin sus jueces, que a modo de parcas tejen los destinos de estos artistas amateurs. En este caso el jurado lo componen Natalia Millán, una actriz que llora por todo, Josep Vicente, un director de orquesta que se parece a Kevin Bacon, y Miqui Puig, terror y malo oficial de los aspirantes. Comenzó David Summers, (un señor mayor que canta canciones de adolescentes pijas de los ochenta), pero ayer nos comentaron que lo ha tenido que dejar por compromisos profesionales inesperados. Lo de la música es lo que tiene, un día estas haciendo de jurado y al siguiente tienes una gira de invierno inesperada, o una grabación de un disco inesperado.

Aguerrido grupo de concursantes esperando una oportunidad.
Agencia Tod Browning

Tienes talento apunta maneras para convertirse en un Pink Flamingos televisivo, pero también tiene algunos peligros inherentes que pueden dar al traste con esta experiencia lisérgica-catódica. Por si acaso algún director del programa se encuentra entre nuestros millones de lectores vamos a apuntar hacía lo que creemos que mejoraría sustancialmente el programa:

- No a los niños. Los niños con talento son odiosos y los que no lo tienen dan vergüenza ajena. Sólo estarían admitidas las actuaciones de niños si corren un evidente peligro físico, como el chaval que hacía malabares con fuego y que casi quema el teatro.

- Sí al porno en vivo. ¿Porqué un señor que imita a Pedro Reyes tiene derecho a ocupar unos minutos de parrilla, y la diablesa de Alcorcón, por ejemplo, es denegada por triple X?.

- Métodos más expeditivos de rechazo al concursante petardo. ¿Qué es eso de apretar un botoncito y decir que no?. Los televidentes necesitamos trampillas por las que desaparezcan los mediocres, o directamente dotar al jurado de armas de alto calibre. ¿Os imagináis a Miqui Puig rechazando educadamente al candidato con una magnun del 44?

- Si el concursante es digno de ser introducido en una jaula para ser mostrado por los pueblos de España ese es un concursante válido. Lo que no queremos es ese tipo "quiero-y-no-puedo". O blanco o negro, no al gris.

Veremos si en las próximas semanas volvemos a escribir sobre tienes talento, o por contra nos tendremos que conformar con ver España Directo o Callejeros para buscar a nuestro próximo mesías.

sábado, 26 de enero de 2008

Secret Affair - Time for Action


Los Secret Affair fueron al revival mod lo que un postre representa en una comida. Por si solos no hubieran tenido entidad suficiente para lograr que la joven working class inglesa, de finales de los setenta, adoptara lo mod como estilo total de vida. No fueron los primeros, ni los más contundentes ni creativos, tampoco los más prolíficos, pero decidieron ser el grupo mod por definición.

Eran los más elegantes y desde luego los más comprometidos con la escena y sus tradiciones, que en el fondo y contradictoriamente, el revival hizo resurgir añadiéndole todo lo nuevo de la época. Esto se aprecia en este vídeo, el single de debut del grupo, Time for Action, una canción de reafirmación mod ante el mainstream punk, que ya en el 79, era algo más manido que la propia música disco. El vídeo, como el tema y el grupo, es esencialista ante todo, mostrando los iconos mods sin rodeos: Vespas, pork-pies, Fred Perrys, trajes entallados de tres botones, el look smart & clean en definitiva. Sin embargo se añaden, se cuelan, elementos del presente de la época que hoy, 25 años después, le dotan de una originalidad y fuerza magnífica: El ambiente remarcadamente urbano, casi suburbial, que está presente en las postales que se intercalan entre la actuación, la camaradería adolescente-hooligan de los Glory Boys, y sobre todo una actitud orgullosa, arrogante, casi rezumando violencia y conflicto.