domingo, 25 de mayo de 2008

Paul Weller - Echoes round the Sun



Primer single del nuevo disco de Paul Weller, 22 Dreams, que estará a la venta a partir de este próximo 2 de Junio.

En este primer corte, Echoes round the Sun, el Modfather está acompañado por Noel Gallagher y Gem Archer, de Oasis, y Steve Cradock, de Ocean Colour Scene, aquí transmutado en batería. No será la única colaboración ya que en el disco también estará Graham Coxon, el guitarrista del extinto Blur.

Desgraciadamente en su página aun no se anuncia ningún concierto programado para España. Con los carteles de los grandes festivales de verano cerrados sería de esperar que Weller se dejara caer por España en Otoño, veremos...

miércoles, 21 de mayo de 2008

Weegee: Couple in voodoo trance

Weeggee era un tipo con cara de bulldog y puro perpetuo, y fotografió la vida de Nueva York desde la gran depresión hasta finales de los sesenta. Las imágenes que tomaba iban desde cadáveres por ajustes de cuentas de la mafia, hasta los incendios que se comían interesadamente casas que molestaban para recomponer la ciudad a gusto de los constructores. Weegee no lo hacía por placer o por arte, si no para publicarlas en los periódicos y poder vivir. Pero quien tiene la asombrosa capacidad de capturar la vida en una imagen, acaba por trascender el fotoperiodismo, o llevarlo de la información visual a una categoría diferente. Weegee no se mezclaba con la gente, era la gente, era Nueva York.

A raiz de una exposición del International Center of Photography de hace unos años, salieron a la luz decenas de fotos no publicadas, entre ellas la que veis arriba, "Pareja en trance vudú", hecha en 1956 en algún club del Bowery.

Si en los cincuenta en estados unidos estabas en un club en Manhattan donde había negros y blancos juntos, donde la gente bailaba jazz sin camiseta, y beber alcohol de alta graduación era lo menos tóxico que podías introducir en tu cuerpo (de la forma que fuere necesaria), es que eras alguien que vivía, lo otro era el square de clase media temeroso de dios y los comunistas.

Esta foto recoge un pedazo de vida, pero vida de la que se vive, no de la que se mira en una pantalla. Es imposible describirla, mejorarla con palabras. Mira las caras de los protagonistas, mira sus ojos y sus bocas, increíblemente simétricos, mira sus manos y sus cuerpos, deja de mirar, apaga esta puta máquina y busca algún rincón parecido en tu ciudad, donde la gente sude, baile y viva.

lunes, 19 de mayo de 2008

Lock, Stock & Liar Liar, afortunado encuentro


Unos tipos de Minnesota les da en 1965 por escribir una cancion llamada Liar Liar. Su nombre los Castaways, banda de Garaje one-hit-wonder semidesconocida, si no fuera por el celeberrimo recopilatorio Nuggets.

En 1998 otro señor, esta vez de Londres, hace una película que tiene el alambicado título de Lock, Stock & Two Smoking Barrels. Su nombre es Guy Ritchie, y es un director de cine que va camino también de ser un One (or two) hit wonder (Madonna tiene la culpa, seguro).

Más allá de los Castaways o Guy Ritchie, los cuales en sus aspectos biográficos me importan menos que la salud de un banquero, quería llamar la atención por el magnífico suceso de simbiosis sonoro musical que se produce en la escena de arriba.

Está claro que hay películas y canciones que nacieron para conocerse, y la escena de la partida de Póker de Lock & Stock, y Liar Liar son dos de esos encuentros que de no producirse, habrían de inventarse.

sábado, 17 de mayo de 2008

Vanguardia

La Fuente, Marcel Duchamp,

"La obra de vanguardia no se produce con la intención de ser interpretada, sino con la finalidad de producir un impacto y agotarse en ese choque...
Los productos (de la obra de vanguardia) quedan , como el paisaje después de una batalla, a modo de restos de una guerra fallida que han perdido su razón de ser y que se perpetúan, insólitamente conservados, en aquella esfera cultural separada, (los museos, las galerías, las colecciones, y en definitiva, la institución del arte) que ellos habían nacido precisamente para destruir, amparados por el entorno que detestan, derrotados en la pretensión de realizarse en la vida, y condenados a permanecer presos y rehenes de sus enemigos, colaborando contra su voluntad en la legitimidad del sistema social contra el cual levantaron sus armas. De ahí la particular impresión de desnudez, orfandad y desamparo que despiertan estos objetos, que ya no quieren ser juzgados con los cánones del juicio estético -porque han descubierto que el placer de la belleza era una coartada bajo cuyo amable velo se ocultaban la devastación, el exterminio, la explotación y el sufrimiento-...
Dado que han perdido toda su "efectividad", todo su sentido literal (son armas que ya no disparan, que han mostrado su fracaso en el campo de batalla, y que el enemigo ha reducido , para su escarnio, a la condición de piezas de museo que le recuerdan su victoria, a la condición de "obras de arte", de inofensivas y desgastadas metáforas), la única alternativa a ese abandono es aquella otra de la cual querían huir, la interpretación...
Si se puede leer, si se puede interpretar, entonces es que no se ha realizado, es que no se ha confundido con la vida, es que, a pesar de su afán subversivo, se ha vuelto legible, interpretable, es que se ha convertido en espectáculo, es decir, en mercancía desprovista de todo poder transformador;"

Fragmento del Prólogo de José Luis Pardo a La Sociedad del Espectáculo, de Guy Debord

viernes, 9 de mayo de 2008

Gente Rara, hoy Matías Prats

Como todos saben, o deberían, Gente Rara es una micro sección de La Aurora Moderna, que pretende, y consigue, ajusticiar a personajes paradigmas de la normalidad social, y que a juicio del que firma son muy raros.

Tras esta pequeña presentación vamos con el señor que hoy aparece quadrophenizado encima de estas líneas. Matías Prats (Luque) hijo de otro conocido periodista, Matías Prats Cañete, amable voz de los cuarenta años de placidez (Mayor Oreja dixit).

Los informativos nocturnos dicen mucho de un país, y Matías lleva reinando en las 21h mucho tiempo, y de momento, ni el guardabarreras, ni las jamelgas-chachis parecen inquietarle. Prats empezó su andadura televisiva en TVE a mediados de los setenta, despuntando en los ochenta como periodista deportivo, y más tarde, encauzando su carrera hacía la seriedad en los informativos. En aquella época decoraba su nombre con un Jr. (léase yunior), supongo que para distinguirse de su padre y de paso entrar en consonancia con los nuevos tiempos de gomina, squash y blazers blancos. Pero aquella pretérita etapa no nos interesa, lo mejor estaba por llegar.

En 1998 ficha por Antena 3. Este encuentro es comparable al de Marco Antonio y Cleopatra, Dalí y Buñuel, o el de Bowman y el Monolito. Es una simbiosis perfecta, un acoplamiento de similitudes, un coito catódico. Si un Matías hipotético hubiera llevado camisas de flores, gafas de pera y sortijas de oro, quizás hubiera tenido alguna oportunidad en Telecinco, tu pantalla amiga, pero el Matías de la realidad estaba predestinado a encontrarse en la emisora de San Sebastian de los Reyes. Antena 3 es como una señora de provincias leyendo el Vanity Fair, es el discreto encanto de la burguesía sin encanto ni nada, y necesitaba al caballero español que la desposara.

Este presentador siempre luce una eterna sonrisa, como diciendo a sus espectadores de sillón orejero: "No os preocupéis, os puede fallar el PP, os puede fallar la bolsa, incluso vuestra familia, pero siempre me tendréis a mí", y eso reconforta un huevo, no nos engañemos. Otro aspecto de la dualidad Matías-A3 son los avances informativos, en los que nuestro diseccionado sale sin chaqueta, demostrando así, visualmente, lo mucho que se esfuerza para que todo salga como tenga que salir, para que todo siga como debiera seguir.

Matías domina el medio, la cámara le quiere, aunque sea la de A3, que ¿por qué demonios imprime a todo ese tono tan apagado, ese color sin color?. Creo que un señor de Palencia llamado Avelino que se volvió loco intentando calibrar el color de su televisor. Volviendo al tema, habéis visto como se sienta, girando su tronco levemente, apoyando el brazo en la mesa, ni un galán del Holywood clásico. Y por último la voz, como la engola, ese cambio constante de tonalidad, ese tono teatral al dar los sucesos. Los contenidos, esa es otra, porque Matías no es sólo saber estar.

Sus telediarios se componen de sucesos y deportes, lo demás es marginal, gris y aburrido a su lado. Matías necesita las grandes tragedias humanas y los heroicos gladiadores de nuestros días para encontrarse en su punto. Sesión doble de Puerto Hurraco y Raúl. Y como colofón la noticia-matías. Siempre para cerrar sus informativos elige sabiamente una chanza absurda o un poco de carnaza recatada. A nadie amarga un buen postre. Y mientras que suenan las fanfarrias de despedida coloca los papeles, sonríe, se burla del niñato pepón que da los deportes y coquetea con su compañera, todo a la vez.

Matías Prats, un hombre a la altura del país, del momento, de los tiempos que nos han tocado vivir.

jueves, 8 de mayo de 2008

Enjuto Mojamuto: Conocimientos inútiles


Tras unos días de entradas densas hoy toca algo de humor. Ayer viendo Muchachada Nui (por cierto, un episodio muy regulero) me hizo bastante gracia el video de Enjuto Mojamuto, archivos mentales. Aunque casi me ruboricé recordando la cantidad de horas perdidas delante de la pantalla viendo absurdeces y llegando a unos extremos de especificidad que asustan.

Pero eso de que la Wikipedia es un lugar exclusivamente de conocimientos útiles no sé yo si:

- http://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_Grayskull
- http://es.wikipedia.org/wiki/Hulk_Hogan
- http://es.wikipedia.org/wiki/Pokemon
- http://es.wikipedia.org/wiki/Menudo_es_mi_padre

martes, 6 de mayo de 2008

Grands Soirs et Petit Matins

Grands Soirs et Petit Matins, "Fragmentos de una película que debió existir", es un documental rodado por William Klein en París, ¿Cuándo?, en Mayo del 68.

No hay nada más contrario al proceso revolucionario que fotografía la película que el propio hecho de actuar como espectadores en la vida, sin interactuar con ella, sin provocar situaciones que alteren el falso-cotidiano devenir de las cosas. Por eso, una película que hable sobre Mayo del 68 es contradictoria en si misma.

Sin embargo, esta cinta documental, habla poco sobre el hecho, y más bien deja, absolutamente, que el hecho hable por si mismo. No hay un sólo minuto de narración, sólo carteles que nos ubican en el momento y lugar que aparecerá al instante. William Klein, fotógrafo y cineasta de tendencias, más que de moda, rodó cámara al hombro entre la gente de las manifestaciones, dentro de los debates de la Sorbona, a las puertas de las fábricas ocupadas. No hay actores, sólo estudiantes, trabajadores y cuerpos de normalización coactiva (AKA policía). Tampoco hay diálogos, ni guión, más allá supongo del obvio montaje. Lo que se oye no son ocurrencias, por muy buenas que puedan ser estas, sí diálogos, confrontación de ideas entre gente como nosotros. No hay focos, ni moderador, ni si quiera expertos contertulios. Y no pasa nada, es más, es mejor.

La película no enseña ni los antecedentes, ni los desenlaces, no hay una sola pausa para introducir datos, ni bustos parlantes. Sin embargo la película explica más sobre Mayo del 68 que cualquier documental o reportaje que pasen en la televisión estos días.

Las dos corrientes principales de explicación del Mayo francés son reaccionarias, y sus documentales siguen esta línea. Una odia sin tapujos todo lo que supuso. La otra pretende transformar las hogueras en fuegos de artificio, ñoñearnos la violencia, asimilar la subversión. Una destruye, la otra hurta, ambas mienten.

Los aniversarios como la actualidad son mentira. Pero ante la zafiedad conservadora y el progresismo de barraca que se nos viene encima es un buen momento para rescatar la película de Klein. Como no la van a poner en televisión (supongo) y no creo que conseguirla en formato físico sea fácil, podéis conseguirla en rebeldemule. Y luego más os vale poneos a crear situaciones...

lunes, 5 de mayo de 2008

Trabajo y tabaco


Si a un fumador le preguntamos por qué fuma probablemente la respuesta sea que el tabaco le proporciona algún tipo de ventaja: tranquilidad, concentración, confianza, placer..., por tanto podríamos deducir que la persona que consume tabaco lo hace porque internamente cree que fumar añade algo a su vida. La realidad, científica, comprobada, es que es justamente al contrario.

El tabaco, y más concretamente la nicotina, lo que hace es crear las necesidades que no existían previamente a su consumo: nerviosismo, dispersión, inquietud, desasosiego..., que precisamente surgen cuando falta, y que, aquí viene lo más grave, fumar es lo único que las puede calmar.

Con el trabajo asalariado ocurre algo muy parecido. Si a un trabajador le preguntamos por qué trabaja probablemente nos conteste que trabajando puede comprar cosas, pagar facturas, en definitiva, hacer frente a necesidades y obtener ventajas. La realidad es que, al igual que el tabaco, es justamente al contrario.

La sociedad de consumo, de la cual el trabajo asalariado, es parte ineludible y esencial, es quien nos crea un profundo desasosiego, una inevitable necesidad de participar en ella. Y la única forma que la mayoría tenemos de hacerlo es trabajando, para transformar la incertidumbre en certeza y el nerviosismo en tranquilidad, para calmar una inquietante necesidad artificial asumida. Pero lo peor de todo no es esto. Si no que por este mecanismo acabamos venerando a quien nos hace sufrir, otorgando el papel de bombero al pirómano, alimentando a la propia irrealidad.

domingo, 4 de mayo de 2008

Lugares Abandonados


Cuando te juntas con amigos en algún chino, o a tomar algo tranquilamente en casa, acabas hablando de decenas de temas. Al día siguiente recuerdas algún retazo de una tema concreto y te preguntas como llegaste ahí, si empezaste a hablar a las diez sobre tal grupo de música como es que a las doce estabas comentando el origen de los cuentos infantiles dieciochescos.

Con internet ocurre algo parecido, llegas a lugares sin ser capaz de trazar el camino recorrido, y normalmente haces de esta forma los descubrimientos más interesantes. El otro día me topé con un blog bastante curioso que trata una no menos curiosa afición. Su nombre es Abandonalia.

Al parecer existen aficionados a descubrir, visitar y de alguna forma catalogar lugares abandonados. El propietario de este blog, en marcha desde 2006, va anotando sus viajes y descubrimientos a estos parajes olvidados, además como pueden ver en la foto de arriba lo ilustra con imágenes muy bien tomadas.

¿Cuáles son estos lugares?, pues casi cualquier construcción propia de la sociedad del siglo XX: Sanatorios, fábricas, hoteles, estaciones de tren, gasolineras, construcciones militares, y en definitiva cualquier cosa que resista en pie el paso del tiempo y de los gamberros. Es curioso porque existe un "código" entre estos aficionados que les lleva a visitar estos lugares sin intervenir en ellos, es decir, procurar dejar todo como estaba cuando llegaron. Visitando el blog, que cuenta con un número apreciable de entradas, es interesante ver todo los que la sociedad industrial, y más tarde la de consumo, se han ido dejando en el camino, olvidadas, como advirtiéndonos de cual puede ser el futuro de cuanto nos rodea.