viernes, 14 de diciembre de 2007

This is England, de Shane Meadows

He tenido la suerte de ir al preestreno de This is England del director inglés Sheane Meadows. Esta película llega con bastante retraso a España, ya que en UK se estrenó en Abril de este año y aquí llegará el 8 de Enero de 2008.

This is England es una historia que se desarrolla en el año 83, en Inglaterra, cuando el Reino Unido de Thatcher y la Argentina de Videla, estaban mandando a sus soldados a morir en las Malvinas, o Falklands en este caso. La peli trata sobre un chaval, Shaun, interpretado por Thomas Turgoose, que empieza a despertar a la adolescencia en una ciudad obrera inglesa. Como dice el cartel el verano del 83 fue un momento para permanecer alejado de la gente, y Shane, que ha perdido ha su padre en la guerra, no sigue precisamente este consejo. Poco a poco se acerca a un grupo de skinheads revivaleros, y sufre la transformación que parte de esta subcultura juvenil experimento en los ochenta.

En la cultura popular actual, formada casi en exclusividad por la tele, un Skinhead es un sinónimo de nazi y racista. En esta película se traza una imagen certera de la época, de la gente y de sus formas de vida, y los skinheads eran parte indisoluble de la Inglaterra de finales de los setenta, principios de los ochenta, junto a punks y mods. En principio los skins eran básicamente chavales ingleses de clase obrera, que a finales de los sesenta, empiezan a vestir como obreros (botas de ferroviario, camisas de cuadros Ben Sherman, tirantes...) y a juntarse con chicos jamaicanos llegados unos años antes de la colonia caribeña. Adoptan su música, el ska, el rocksteady y demás variantes reggae, siendo uno de los primeros ejemplos de melting cultural. Surgen como reacción ante el hippismo que lo inundaba todo, y que se había convertido en una moda insulsa para gente más acomodada. En la época en que se sitúa la película, una década y pico después, vuelven a resurgir, junto a otras contraculturas juveniles, en un mundo que ya no era el Reino Unido de los sesenta, si no un lugar mucho más duro y violento. En ese convulso momento, cuando se daban cifras de paro históricas, y la dama de hierro calificaba de terroristas a los mineros en huelga, un partido fascista inglés, el National Front, sembró la semilla del racismo en todos estos jóvenes desencantados y sin posibilidades, consciente de que tendría en las calles una fuerza de choque considerable.

El contexto de la película, This is England, circula sobre las lineas anteriores, y en parte sobre la vida real de su director, que fue uno de estos adolescentes jodidos y cabreados y ahora es uno de los directores ingleses que mejor retrata la vida, presente y pasada, de una Inglaterra que nada tiene que ver con las comedias románticas de la upper class.

He estado atento a las reacciones del público que veía el preestreno en el cine Callao, en Madrid, y deduzco que salvo un número pequeño de tipos con parka y patillas, la mayoría ni conocía nada sobre los skins ni sobre la película. Después de la presentación, y de unas breves palabras que ha dedicado al público el jóven actor protagonista, Thomas Turgoose, y la actriz, Jo Hartley, que hace de su madre, la película ha comenzado (en V.O. con subs.). La primera parte es estupenda, con una banda sonora brutal, con escenas graciosísimas y un clima general de buen rollo ante el descubrimiento de algo nuevo y fascinante, como es el encontrar acomodo a cierta edad en una pandilla, o como decían ellos, gang. La segunda parte es otra película, aunque bien enlazada con la primera, aparecen la violencia, el fascismo y la sangre. Mientras que el público reía, y mucho, al principio, al final no se oía ni un susurro. Interesante ejercicio el de este Meadows, el llevar a la gente hacía algo oscuro a base de risas y cierta situaciones inocentes, y cuando están con la guardia baja, asestarles un puñetazo en la base del estómago y dejarles sin aire. Y lo mejor de todo es que lo hace sin sensiblerías y sin moralinas.

Un pronóstico, esta película pasará desapercibida por el gran público, pero se convertirá, como ya lo está haciendo, en la Quadrophenia de la primera década del siglo XXI. Cuando acaben las navidades, si os gusta el cine social inglés, la buena música y las historias protagonizadas por gente de verdad ya sabéis que hay que ver, si no, siempre os quedará Hugh Grant.

1 comentario:

tupacsoul dijo...

Muy buenas, he estado observando tu blog, y me encantaría hacerte una propuesta.

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Un saludo.