Estos días son de esos en los que se piensa demasiado, sobre lo que hicimos y sobre lo que dejamos sin hacer. Estos días son de nudo permanente en el estómago, de ser atados por los pies y arrastrados por un camino de piedras en punta. Estos días son de esos que quisieras saltar, que nunca hubieran llegado.
En estos días no encontramos las palabras justas, reescribimos torpes frases cuatro veces. Nos quedamos mirando a la tele con los ojos tan abiertos que se nos caerían, tan abstraídos que alguien podría sacarnos un diente (o el alma) y no le prestaríamos atención. En estos días el único consuelo lo encontramos en el sueño, y normalmente es químico.
Estos días son de retorcerse en la cama como un endemoniado, de arquear la espalda y estirar las piernas, de negarnos a nosotros mismos mientras que acercamos lo puños a nuestros ojos y apretamos, hasta que duele. En estos días la cama donde duermo me parece tan grande que necesito atarme una cuerda a la mesilla para no perderme. En estos días he mirado tantas veces al techo de la habitación mientras suspiraba que lo tengo cartografiado a la perfección.
En estos días el mundo pasa a ser una metáfora continua, pasa a convertirse en una identificación en la morgue. Las torres de reloj en rascacielos, los museos con la tierra en el cielo, los paseos por los que nunca pasearemos. Los pequeños detalles, todos ellos, una bolsa, una goma para el pelo, un cepillo de dientes, ese libro, regalo frustrado, que nunca leeremos.
Estos días, en los que llueven piedras, en los que ni si quiera el sexo consuela, en que la traición te vuelve para estallarte en la cara, en estos días quizá sólo podemos conformarnos con alguna canción, con algún pasaje de un libro.
En estos días sólo podemos imaginar quien nos gustaría ser.
3 comentarios:
Joer, qué penitencia debes haber tenido por Semana Santa!!!! Tienes razón, Cristo murió por tod@s y lo menos que podemos hacer es sufrir por él. LOL.
Perdón por la ironía: entiendo lo de la cuerda en la cama, jajaja. Una buena imagen.
Una recomendación para devolver alegría a tu vida: el videoclip de "In the Sun" de She&Him. Al fin y al cabo, todos quisimos ser así en el instituto.
Me temo que la alegría va a tardar en volver a mi vida mucho tiempo. La puta costumbre de dinamitar edificios en construcción, de esos en los que nos apetecería vivir siempre.
Qué curioso. Ayer escribí algo parecido en mi blog. Son días de morir y volver a nacer.
Te enlazo a mis favoritos. Haz lo mismo si lo deseas.
Un saludo.
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